martes, 14 de diciembre de 2010

DÍA 3 Mezquita Azul y Eminonu

Mezquita azul

Madrugamos un poco menos para visitar la Mezquita Azul (Sultanahmet Camii). Por dentro no es tan impresionante como por fuera, y a las 9.30 ya estaba bastante llena. Aún asi, merece la pena verla.

Se la llama Mezquita Azul porque el interior está recubierto de azulejos de Iznik de este color. La vista nocturna es muy bonita, con la iluminación y los minaretes rodeados de gaviotas.

A la salida pasamos de nuevo por el hipódromo; en los alrededores hay algunas calles pequeñitas llenas de casas con la arquitecura típica otomana, que también tienen su encanto.


Bajamos andando hasta la costa.



Paseo hacia Eminonu

Llegamos al mar, donde unos jóvenes turcos se refrescan bañándose y tomamos un poco el sol en unos bancos. Lo cierto es que había mucha gente tomando el sol a lo largo del paseo de Kennedy Caddesi.
Nos parece que el paseo hasta Eminonu puede ser agradable, con unas bonitas vistas del Mármara y el Bósforo, pero se convierte en un infierno de más de una hora bajo el sol. También se pueden ver dur
ante el paseo los restos de una muralla, creemos que la del palacio de Topkapi, no las antiguas murallas de la ciudad, y el tráfico intenso de barcos que entran y salen de la ciudad.

Además presenciamos un grandísimo atasco por culpa de un accidente, que parecen muy frecuentes en esta avenida (ojo para calcular tiempos hasta el aeropuerto de Ataturk).


Mezquita nueva

Depués de llegar a la zona de puerto visitamos la Mezquita Nueva situada enfrente del puente Gálata. Pudimos entrar en la hora del rezo y sentarnos en el suelo en la parte de atrás reservada para turistas para ver de cerca (y en silencio!) el primer y único rezo en todas las mezquitas que visitamos. Me gustó entrar a la hora del rezo porque me pareció un valor añadido, aunque me siguió chocando que las mujeres recen en un sitio aparte, separadas de los hombres y detrás de unas celosías...
Como todas las mezquitas fué diseñada con un conjunto de edificios alrededor (escuelas, baños públicos, hospital...); el edificio que fue diseñado como el mercado de la mezquita es hoy en día el Bazar de las Especias.


Por la tarde dimos un paseo por los alrededores de Divan Yolu Caddesi, donde nos encontramos, por casualidad, con un cementerio típico turco. Yo recomendaría entrar, las tumbas musulmanas llaman la atención por lo distintas y por lo bonitas que son, cada una con una columna que te da una idea de su ocupante: sexo, ocupación, rango, número de hijos. Por lo visto el centro de Estambul está lleno de estos pequeños cementerios, generalmente dentro de las mezquitas. Nosotros entramos en éste que, además de estar muy cerca de otras zonas que hay que visitar, no estaba lleno de turistas y tenía una tetería dentro, donde nos tomamos el primer té turco (de manzana) del viaje. En este cementerio está el sepulcro del sultán Mahmut II.


Alrededor de las 21.30, según la época del año, presenciamos la llamada a la oración cerca de la Mezquita Azul, que es contestada por la mezquita de Sultanhamet. A mí es de lo que más me ha impresionado del viaje, aunque lamenté enterarme de que son grabaciones y además que son en árabe y apenas ningún turco las entiende. Dicen que es similar a cuando aquí se leían las misas en latín.


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